El lanzador con el que Europa recupera su acceso autónomo al espacio ha despegado y puesto en órbita los satélites sin problemas, pero una anomalía ha imposibilitado desorbitar la etapa superior y destruirla en la atmósfera como estaba previsto.
Este martes está previsto el despegue del nuevo lanzador de Europa, que garantizará su acceso autónomo al espacio con todas las posibilidades que esto conlleva: científicas, como la observación de la Tierra, tecnológicas y comerciales, incluida la puesta en órbita de constelaciones de satélites.
Con observaciones de los telescopios XMM-Newton de la ESA y Chandra de la NASA, investigadores del Instituto de Ciencias del Espacio han comprobado que estas estrellas son entre 10 y 100 veces más frías que otras de su edad. El hallazgo invalida alrededor del 75 % de los modelos conocidos sobre estos densos objetos.
El repentino aumento del brillo en la galaxia SDSS1335+0728 probablemente es el resultado de la activación del agujero negro masivo que hay en su núcleo. Así lo revelan las observaciones del Very Large Telescope y otros observatorios terrestres y espaciales.
Con cada vez más satélites y basura espacial sobrevolando el planeta, se hace indispensable la labor de los vigilantes del tráfico celeste. Su misión, prevenir posibles accidentes y evitar un catastrófico efecto dominó sobre nuestros cielos, donde la pregunta sobre si habrá sitio para todos también flota en el aire.
La Agencia Espacial Europea ha seleccionado a la francesa Sophie Adenot y al belga Raphaël Liégeois para realizar misiones en la Estación Espacial Internacional en 2026. Su compañero de graduación, el español Pablo Álvarez, lo hará en los años siguientes.
Tras el fallido vuelo inaugural del año pasado, este fin de semana ha despegado con éxito el nuevo cohete insignia japonés, según ha informado la agencia JAXA del país asiático. El rendimiento de la nave también se verificó con la separación de dos minisatélites.
Hasta ahora el récord de permanencia en el espacio, sumando diversas misiones, lo ostentaba el ruso Guennadi Padalka con 878 días, pero este fin de semana su compatriota Oleg Kononenko ha superado ese tiempo durante su estancia en la Estación Espacial Internacional. Cuando regrese a la Tierra en septiembre dejará la marca en 1.110 días.
Reducir la dependencia tecnológica de la Unión Europea en el sector espacial, acceder de forma constante al espacio y aprovechar las oportunidades que ofrece este sector para la transición ecológica son algunas de las conclusiones de la reunión ministerial y la sesión de trabajo UE-Agencia Espacial Europea (ESA) celebradas esta semana en Sevilla.